Josep Maria Benet i Jornet, Premio Max de Honor 2010


El autor Josep Maria Benet i Jornet ha sido galardonado con el Premio Max de Honor 2010. Lo suyo es contar historias. Ya sea sobre un escenario, para la gran pantalla, o en televisión. Pero, sin duda, "el teatro es el lugar donde me encuentro mejor en esta vida. Para mí no hay nada como el teatro", asegura.

Benet i Jornet (Barcelona, 1940) es uno de los pocos supervivientes de la azarosa hornada de autores teatrales que se dio a conocer en torno al premio Josep M. de Sagarra y del activo movimiento de Teatro Independiente de los años sesenta, base de la evolución de la escena catalana actual y origen, en parte, de sus déficits y paradojas más insondables.

Con una tenacidad que le honra, Benet i Jornet ha seguido en la brecha escénica año tras año escribiendo teatro sin parar, buscando siempre nuevos caminos expresivos, estrenando tanto como las circunstancias le permitían en cada momento y, sin pretensiones, pero con firmeza, encabezando la representatividad de la literatura dramática catalana.

El Premio Max de Honor 2010 es una de las cuatro estatuillas que se entregan por designación directa en la décimo tercera edición de los galardones, junto al Premio Hispanoamericano, el Premio Nuevas Tendencias, y el Premio de la Crítica. Josep Maria Benet i Jornet recibirá el galardón en la ceremonia de entrega de la XIII Edición de los Premios Max, el próximo 3 de Mayo, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

En los años anteriores el galardón ha recaído en Miguel Narros (2009); Víctor Ullate (2008); Fernando Arrabal (2007); Pilar López (2006); José Rodríguez Méndez (2005); Francisco Nieva (2004); Alfonso Sastre (2003); José Tamayo (2002); Antonio Gala (2001); Adolfo Marsillach (2000); Antonio Buero Vallejo (1999); y en el Teatro La Zarzuela (1998).

Benet i Jornet (Barcelona, 1940) ha configurado a lo largo de casi cinco décadas un universo dramático personal y compacto, formado por cerca de medio centenar de obras y caracterizado por unas temáticas constantes, por la búsqueda de nuevos códigos formales y expresivos, y por la voluntad de evitar la identificación de su teatro con una estética determinada. Su teatro se caracteriza por la reflexión sobre el individuo y la sociedad que le rodea, aunque su obra ha ido evolucionando desde el realismo hacia temáticas más íntimas y existenciales.

Se dió a conocer en 1964 con Una vella, coneguda olor, a la que seguirían Fantasia per a un auxiliar administratiu y Cançons perdudes. Una extensa trayectoria a la que se han ido sumando otros títulos como, por citar algunos, Taller de fantasia/La nit de les joguines, La nau, La desaparició de Wendy.

Sus obras han sido traducidas al español, eusquera, portugués, francés, inglés, alemán, polaco, búlgaro, húngaro, ruso y coreano, y también se han publicado y representado en estas lenguas.

Fuente: www.elmundo.es

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