Fallece Paco Marsó


Francisco Martínez, nacido hace 63 años en Macael, en Almería, conocido profesional y popularmente como Paco Marsó, ha fallecido hoy en Málaga a las 02.45, a consecuencia de un derrame cerebral sufrido el pasado lunes 1 de noviembre, cuando se encontraba en esa ciudad visitando a su hija primogénita. Cuando falleció se encontraban con él también los dos hijos que tenía con Concha Velasco. Por su matrimonio de 28 años con la actriz llegó a ser famoso, aunque dentro del mundo de la escena se le conocía como productor de teatro, oficio al que llegó tras pasar por un corto periodo de actor en los años setenta.

"Estamos destrozados. Mi madre está rota de dolor. Son momentos muy duros", ha manifestado el hijo mayor del productor, Manuel Martínez, informa EFE. Martinez ha precisado que los restos mortales de Marsó serán trasladados a Madrid para ser velados en el tanatorio de la M-30 y que el entierro tendrá lugar el próximo domingo en el cementerio de La Almudena.

Mientras trabajaba en el elenco del montaje de Las arrecogías del beaterio de Santa María Egipciaca, obra de Pepe Martín Recuerda bajo la dirección de Adolfo Marsillach, en la década de los setenta, Marsó entabló una estrecha relación con la protagonista del reparto, Concha Velasco, con quien contrajo matrimonio y tuvo dos hijos. Curiosamente en ese mismo espectáculo también se gestó otra pareja que sobrevivió hasta la desaparición de Adolfo Marsillach, quien conoció en ese mismo montaje a la actriz, y hoy también directora, Mercedes Lezcano, con la que estuvo hasta el final de su vida.

A partir de aquel momento se dedicó en exclusiva a la producción escénica, fundamentalmente en aquellos proyectos en los que era protagonista Concha Velasco. El matrimonio llegó a crear una editorial a la que denominó Marsó-Velasco en la que se publicó, entre otros volúmenes, un libro de Mary Carrillo.

En los últimos años de su vida, Marsó se vio envuelto en temas relacionados con la prensa llamada del corazón, ya que fueron aireados, no solo su divorcio con Velasco, sino también otros asuntos relacionados con una hija habida de una relación anterior, de la que se publicaron noticias no solo en la prensa del corazón, sino también en la de sucesos.

Marsó quiso retomar su oficio, con el que había conseguido grandes éxitos como La rosa tatuada, de Tenneesse Williams; Carmen Carmen, La truhana e Inés desabrochada, las tres de Antonio Gala; Deseo bajo los olmos, de Eugene O'Neil; La bella Dorotea, de Mihura y su último trabajo, El mercader de Venecia, de Shakespeare.

Fuente: Rosana Torres (www.elpais.com)


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