Tolcachir: "Es una comedia, ensayada como una tragedia"

El actor, dramaturgo y director teatral argentino Claudio Tolcachir, que estrena mañana en España su tercera obra, El viento en un violín, ha defendido su forma de trabajar: "escribir una comedia, pero ensayarla como una tragedia, para tener como resultado una obra que es vista desde el absurdo".

Para Tolcachir, este planteamiento da un resultado "mucho mejor que si se escribe una comedia y se ensaya como una comedia".

"El viento en un violín" continúa explorando el tema de los conflictos sociales y la familia que ya apuntó en sus dos obras anteriores: La omisión de la familia Coleman (2007) y Tercer cuerpo (2009).

En la presentación de la obra, que se estrena mañana dentro del Festival Temporada Alta de Girona, Tolcachir ha aclarado que no tiene una preocupación especial por la familia, pero "es el circuito social primario, en el que se puede hablar de todo: Allí se descubren los éxitos, los fracasos, las pérdidas".

El director y autor ha comentado que "ésta es una historia distinta de las dos anteriores, que tiene un final bastante más esperanzador que 'Coleman', en el sentido de una nueva construcción de familia".

Califica su tercer montaje de "obra de amor, de amor desesperado y de amor seguramente incapaz", en el que se cruzan dos historias: "la de dos chicas de clase humilde, enamoradas entre si, y con un gran deseo de poder tener un hijo juntas; y la de una familia con bastantes posibilidades, en la que el hijo no encuentra el rumbo, está gravemente desorientado, y su madre, que lo adora, es capaz de hacer cualquier cosa para conseguir su felicidad".

En esa trama de intereses de los personajes, "la finalidad que buscan es lo más bello, la felicidad, pero los medios para llegar a ella, son los peores". Tolcachir considera que la lectura que se puede hacer de esta obra es que "gente que está fuera del sistema social, puede llegar a construir una nueva red de compromisos, una nueva red afectiva".

El viento en un violín, que tuvo su estreno absoluto semanas atrás en París, ha supuesto para Tolcachir "un feliz reencuentro" con los mismos actores con los que trabajó conjuntamente en La omisión de la familia Coleman, una obra de la que ya lleva más de mil funciones.

En comparación con las anteriores dos obras, en El viento en un violín "utilizamos más la luz, el espacio y la música, elementos que habíamos dejado fuera en las otras obras", ha dicho.

Aunque inicialmente no buscó para la obra un "tema candente", las coincidencias quisieron que el proceso de escritura de la obra coincidiera en Argentina con el debate y aprobación de la ley de matrimonio igualitario, por lo que pasó a primer plano el planteamiento de que dos mujeres pudieran tener o adoptar hijos.

Sin embargo, Tolcachir cree que "el centro de la obra no es el tema de los hijos en los matrimonios homosexuales, sino que tiene que ver más con la sociedad argentina que surgió después de haber vivido la gran crisis, tras la cual se empezó a construir una nueva sociedad que aceptó lo que éramos: Latinoamérica, Tercer Mundo; y eso convierte a la obra en una historia de amor y de aceptación".

Para escribir sus obras, Tolcachir, que trabaja "por impulsos" a partir de una "imagen inspiradora", busca siempre que los personajes le conmuevan, y por eso, argumenta, "los personajes suelen estar fuera del paradigma, del sistema".

El título tan poético de la obra evoca una imagen de su infancia, cuando llenaba de cosas el violín de su hermano, pero, sobre todo, responde a una imagen que le conmueve mucho: "el aire en un lugar al que nadie accede", ha dicho.

Fuente: la vanguardia.es

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