Mayumana cumple 15 años


Al borde del mar, en la histórica ciudad de Jaffa —vecina de Tel Aviv—, se encuentra la Mayumana House, un antiguo almacén reconvertido en la sede de la compañía israelí. Es, como ellos mismos aseguran, el corazón de este conjunto, Mayumana, que cumple estos días sus primeros quince años de vida. Lo ha celebrado al aire libre en el Amphi Park de Rishon Letzion, una localidad situada a unos kilómetros al sur de la capital israelí, con un espectáculo en el que ha recogido fragmentos de los cuatro espectáculos creados a lo largo de estos tres lustros: Mayumana, Adraba, Bejuntos y Momentum. Un público de cerca de cuatro mil personas vibró con los intérpretes, entre los que se encontraban varios de los que estuvieron en el arranque de la compañía, y que volvían a casa para celebrar el cumpleaños.

La palabra «Meyumanut» significa en hebreo «destreza», algo que define perfectamente a los artistas de Mayumana. Pero podría significar también «fiesta», porque en eso convierte la compañía cada una de sus representaciones. No es extraño, por tanto, que la celebración de los quince años haya contado con fuegos artificiales sobre el escenario: los que provocan los propios intérpretes con una energía luminosa y radiante, que late al compás del desbordante ritmo de las coreografías. No hay tregua en un espectáculo que recoge lo mejor de la trayectoria de Mayumana, viejo conocido del público de nuestro país, donde actúa de manera regular desde 2001. Es difícil tener los pies quietos ante la vertiginosa catarata percutora de los deslumbrantes intérpretes.

Mayumana nació en un pequeño sótano de Tel Aviv. Allí se reunieron sus creadores, Eylon Nuphar y Boaz Berman, a los que se sumaría poco más tarde Roy Ofer, para crear un espectáculo cuya base fuera el ritmo e interpretado por artistas de notable talento. «Siempre pretendemos —dice Ofer— sacar lo máximo de cada persona; buscamos gente con personalidad y respetamos el carácter de cada uno». En un perfecto español aprendido en Hispanoamérica —como muchos israelíes—, cuenta que siete millones de personas han visto a la compañía durante estos quince años, y añade que actualmente componen el grupo un centenar de personas y hay tres elencos trabajando simultáneamente.

Hasta Israel viajó, para sumarse a la celebración, Aka Jean Claude Thiemele, un artista nacido en Costa de Marfil pero afincado en España desde hace varios años, primero en Madrid y ahora en Barcelona. Fue parte del reparto original de «Momentum», también uno de sus coordinadores artísticos, y apunta como una de las claves del éxito de la compañía su diversidad: «Más de veinte culturas diferentes hablamos a través del ritmo, un idioma universal». «El público —añade— tiene que salir contento de nuestros espectáculos».

Roy Ofer incide en que la alegría de vivir es uno de los rasgos que define el trabajo de Mayumana. «Nuestros espectáculos no dejan de ser un juego sin fin; si no hay disfrute no tiene sentido».

Fuente: Julio Bravo (www.abc.es)

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