Shakespeare, de inauguración



Eran hombres quienes se vestían de los personajes de Shakespeare y hombres son los que, 400 años más tarde, respetan los textos del de Stratford-on-Avon hasta la obsesión. Pero interpretan sus tragedias y sus comedias con una escenografía bien distinta. La compañía británica Propeller lleva más de una década sobre los escenarios rindiendo tributo al bardo. Bajo el mando de Edward Hall, hijo de uno de los fundadores de la Royal Shakespeare Company, Peter Hall, Propeller inaugura el Festival de Otoño en Primavera con The Comedy of the Errors (11, 14 y 15 de mayo) y con Richard III (12, 13 y 14 de mayo). Una comedia y una tragedia que, en ocasiones, intercambian sus géneros.

Como los actores que dan forma a las propuestas, unos visten calzas y otros enaguas, indistintamente. ¿Ínfulas de entrenador de fútbol, en estos tiempos de 'divos' en los banquillos? "Me encantaría ser entrenador", asegura entre risas Edward Hall en los Teatros del Canal, donde se representarán las dos obras. Más serio explica cómo hace 13 años surgió la idea de hacer un montaje sólo con hombres, poco después se repitió y a la tercera los integrantes decidieron dar un nombre a esa formación. Ellos también interpretaban los papeles femeninos como ocurría en el Siglo de Oro. "No se trataba sólo de que fueran hombres, sino el grupo que formaban: funcionó muy bien". Entre ellos había algo que es básico en todos los grupos, se dediquen a lo que se dediquen: "Lo único importante es la confianza que hay entre todos y una comunicación muy ágil".

El director de Propeller añade que, a cambio de la seguridad de un puesto fijo en la compañía, algo muy extraño en esta profesión, a los actores se les pide, además de dar lo mejor sobre las tablas, proponer sus ideas sobre cualquier aspecto: sea la música o cambios en las escenas. "Forman una parte muy comprometida de la creación de la obra. Todos trabajamos por nosotros y por los demás. Cuanto te toca a ti sabes que va a ser más fácil, porque el resto ya han trabajado por ti antes. Y ese es el espíritu refleja el espíritu inicial que existía antiguamente en las compañías de teatro", afirma Hall.

¿Y qué tal sienta inaugurar una cita como el Festival de Otoño en Primavera? "Es un gran honor y privilegio. Me encanta que estemos aquí. La verdad es que el teatro es una ocasión muy especial siempre: es única y singular, y yo espero que sea así durante miles de años". ¿Y si resucitara Shakespeare y se sentara entre el público? "Espero que le gustaran nuestros montajes y que disfrutara de sus propias obras. Y supongo que pediría sus derechos de autor…".


Fuente: Virginia Hernández (www.elmundo.es)

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