Nueva temporada para seguir resistiendo la crisis



Septiembre levanta el telón. Los teatros madrileños —el corazón de la escena española— abren de nuevo sus puertas con la esperanza de seguir resistiendo el temporal. Jesús Cimarro, presidente de la Asociación de Productores y Teatros de Madrid, se muestra prudentemente satisfecho y cifra en un 5 o un 10 por ciento la caída de espectadores la pasada temporada. "Con la que está cayendo, se puede decir que el teatro sigue resistiendo la crisis". Esto ocurre en ciudades como Madrid o Barcelona, porque la situación en las giras es mucho más preocupante, por la falta de contrataciones. "No es —sigue Cimarro— un problema de espectadores; Lola Herrera en Bilbao está ahora con un 90 por ciento de ocupación". Y una última reflexión: "El público ahora selecciona más lo que va a ver, y nosotros vamos a seguir apostando por la calidad para despertar su interés".
A ella aspiran los espectáculos —más de una treintena— que acaban de levantar el telón o lo harán de aquí a que concluya el mes. Ya se pueden ver La asamblea de mujeres, de Aristófanes (Gran Vía), Burundanga (Maravillas), Carcajada salvaje (Bellas Artes), Cayetana, su pasión (Canal), Julieta y Romeo (Español), La caída de los dioses (Matadero), Las siete vidas del gato (Galileo), Momentum (Coliseum), Toc Toc (Príncipe-Gran Vía), Una noche con Gabino, ocho años después (Amaya), Venecia bajo la nieve (Lara) y Zoo (Alfil).
El mes arrancó ayer con una batería de estrenos: Els Joglars de Albert Boadella celebra en el Nuevo Alcalá su medio siglo de existencia con la recuperación y actualización de uno de sus grandes éxitos: El Nacional; en el mismo teatro, pero en su sala dos, vio la luz La reina de belleza de Leenane, un crudo texto de Martin Donagh dirigido por Álvaro Lavín; el Canal ha recuperado El pisito, la versión teatral de la película de Marco Ferreri con guión de Rafael Azcona; también tiene aroma cinematográfico Crimen perfecto, en el que Víctor Conde entrelaza el texto teatral de Frederic Knott con la película de Alfred Hitchcock; y en la sala AZarte se ha puesto en pie la comedia de Paco Mir (uno de los vértices de Tricicle) No es tan fácil.
A la espera del desembarco, en octubre, de musicales como El rey león —el más esperado—, Más de cien mentiras o Hair, el género, uno de los grandes revitalizadores de la escena madrileña en los últimos años, está representado por Shrek, versión española de una producción que pudo verse en Broadway y que hoy está en Londres, y Ojos verdes, musical de pequeño formato que la compañía catalana La Barni Teatre ha dedicado a una de las leyendas de la copla, Miguel de Molina.
Entre los montajes que llegarán en los próximos días se puede destacar Traición, de Harold Pinter, un fascinante triángulo amoroso relatado de una manera muy singular —en orden cronológico inverso— por el Nobel británico. José María Pou abre la temporada de La Latina con un clásico del teatro de suspense, también de origen británico: Llama un inspector, de J. B. Priestley. A Pou, director y protagonista, le acompañan , Carles Canut, Victòria Pagès, Ruben Ametllé, Paula Blanco y David Marcé. Otro inglés, Noël Coward, estará representado por La alegría de vivir, con la dirección de Francisco Vidal.
De otro registro totalmente distinto es Cambalache, una obra escrita y dirigida por Álvaro Sáenz de Heredia, que llega al Arlequín con un reparto encabezado por Emma Ozores, Santiago Urrialde y Ferran Botifoll.
The hole, con la dirección de David Ottone (Yllana), se ha colgado la etiqueta de provocador y seguro que dará que hablar; Jardiel —con su casi inédita Las cinco advertencias de Satanás— regresa de la mano de Gustavo Pérez Puig y Mara Recatero; Arturo Fernández, uno de los iconos incombustibles de nuestra escena, tiene nueva comedia, Los hombres no mienten, donde está acompañado por Sonia Castelo y Carlos Manuel Díaz.
Y más ofertas en una lista inevitablemente incompleta: Los Ballets de Montecarlo en el Real y el Ballet Nacional de Cuba, en el Canal; el Tartufo, de Molière, dirigido por Hernán Gené; Product,de Mark Ravenhill, con dirección de Julio Manrique; y Queipo, el sueño de un general, en el Español. Y en octubre, más.
Fuente: Julio Bravo (www.abc.es)

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