"Se hará teatro clásico cuando se pueda hacer bien"


El tutú puede esperar. José Carlos Martínez no ha planteado una revolución en la Compañía Nacional de Danza, de la que es director desde el 1 de septiembre pasado. «Quien espere ver El lago de los cisnes la próxima temporada se va a llevar un chasco». Quiere Martínez abrir la compañía hacia el mayor número de estilos posibles, pero tengo los pies en la tierra y se hará el repertorio clásico cuando la compañía lo pueda hacer bien».
José Carlos Martínez, hasta el pasado junio una de las estrellas del Ballet de la Ópera de París, cree que tanto dentro como fuera de la compañía se tenía una imagen equivocada de él. «Se pensaba que iba a hacer una mini-ópera de París, y creo que en España debería haber una compañía así, pero creo que hay que ir poco a poco». Reconoce que sintió que los bailarines le recibieron con cierta desconfianza; «Ellos creían que iba a plantear un cambio total y tuve incluso la sensación de que no me creían cuando les contaba mi proyecto. La comunicación fue lo más complicado».
Superado ese primer momento, asegura Martínez que están en la fase de conocimiento mutuo; ha separado las clases de las chicas y los chicos y aquellas han comenzado a trabajar con las zapatillas de punta. «He encontrado gente con muchas ganas de trabajar y que no están tan limitados como algunos me advertían. Quiero que algunos se queden pero tiene que convencerles el proyecto».
Eclecticismo es el adjetivo que quiere aplicar al trabajo de la compañía. «Han entrado cinco nuevos componentes y proceden de escuelas y conjuntos muy distintos. Me gustaría tener bailarines con un perfil muy versátil para que los coreógrafos que vengan tengan el mayor número de opciones a la hora de trabajar».
En el proyecto tienen preferencia los coreógrafos españoles, «emergentes o consagrados»; con ellos quiere lograr el sello de identidad con el que mostrar a la compañía en las giras. «Es fundamental crear un repertorio donde haya nuevas creaciones y obras bailadas antes por la compañía, y que no tienen que limitarse a los últimos veinte años».
Dentro de la nómina de coreógrafos españoles no estará, de momento, Nacho Duato. El valenciano, como se recordará, ha prohibido que la CND baile sus trabajos. «Hay que dejar pasar el tiempo -dice un conciliador Martínez- y espero que la situación cambie».
Asegura que hay «muchísimos coreógrafos españoles», y que lo importante es «trabajar con gente que venga de horizontes y estilos diferentes». El primero será el madrileño Alejandro Cerrudo, del que no se ha visto ningún trabajo en España. Extremely close es el título de la coreografía que presentará en el teatro de la Zarzuela del 18 al 22 de enero del año próximo, en el programa que supondrá la presentación de José Carlos Martínez en Madrid. En él se incluirán otras tres coreografías: 'Walking mad', de Johan Inger; 'Artifact II', de William Forsythe; y la versión de 'El espectro de la rosa', de Angelin Prejlocaj. En junio, la CND presentará en el mismo teatro un programa dedicado íntegramente a Jiri Kylián.
La Zarzuela será, de momento, el hogar de la compañía, que bailará tres programas por temporada. «Estamos en conversaciones con Mortier para ir al Real -concluye Martínez-, y parece que van por buen camino.
Fuente: Julio Bravo (www.abc.es)

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