De La Garriga a Sidney



Se cumplen ya tres años desde que Rafael Bonachela (La Garriga, 1972) asumiera la dirección artística de la Sydney Dance Company, la principal formación de danza contemporánea de Australia, en la que ya ha tenido ocasión de crear cuatro coreografías de repertorio, dos de las cuales llegan hoy –y hasta el domingo– al Mercat de les Flors.
Se trata de '6 Breaths' y de 'LANDforms', ambas surgidas en colaboración con el compositor italiano Ezio Bosso, que juntas conforman una velada especialmente representativa de la obra de este catalán bregado en Londres (el ballet Rambert le acogió como bailarín y le abocó a la creación coreográfica), tocado por la varita mágica del videoclip (se le conoce como el coreógrafo de Kylie Minogue) y rescatado de la crisis financiera, el gran fantasma del arte de la danza, en el momento más oportuno.
“Es un privilegio estar en una compañía que cuenta con el respaldo del Gobierno”, confiesa Rafael Bonachela. “Y un reto que se espere de mí no sólo que reavive la formación y trace una trayectoria internacional para ella, sino que genere más público para la danza en Sidney. Necesito llenar teatros y es fantástico saber que podré seguir creando hasta el 2014 y que no me faltarán invitaciones de festivales y de otros países”.
Cuando se le propuso dirigir la compañía australiana, Bonachela puso una condición: no abandonar su proyecto europeo al frente de su propia compañía en Londres. Durante dos años llevó adelante ambas cosas, pero al final no ha tenido más remedio que aparcar la Bonachela Dance Company y concentrarse en Sidney.
“El trabajo de director de la Sydney incluye el modelo americano de captación de fondos, pues el dinero privado es más del doble que la aportación gubernamental”, explica. El suyo en Australia ha sido un desembarco que en ocasiones se compara con el que tuvo Nacho Duato en la Compañía Nacional de Danza(sin olvidar que el país ya cuenta con el Australian Ballet en Melbourne para el repertorio clásico): los bailarines de la Sydney estaban, para su gusto, demasiado entregados al estilo neoclásco. “La cambié prácticamente toda. En tres años he hecho dos audiciones, porque aquello era demasiado una familia a la que se le ha olvidado que aquello es un trabajo. Su entreno era exclusivamente clásico y el mío es contemporáneo y clásico por igual”, puntualiza. De hecho, Bonachela busca diferenciarse y descartar aquellas piezas que aún siendo de corte moderno son asumidas por compañías con más recorrido clásico. Es el caso de algunos clásicos de William Forsythe, por ejemplo.
Abocado a una danza muy física, energética y de dificultad técnica, lo que se verá en esta ocasión en el Mercat de les Flors contiene cierta dosis de poesía y dulzura. "6 Breaths" surge musicalmente de una experiencia personal de Ezio Bosso en el quirófano. “Respirar, eso que hacemos sin darnos cuenta, se convierte en el centro de todo”, señala Bonachela. Una docena de bailarines abordan hasta seis conceptos de respiración: el primer respiro al nacer; quedarse sin aliento; el sollozo; respirar al unísono; el susurro, y el último suspiro. En "LANDforms", por otra parte, la danza sería una respuesta emocional a un paisaje (desierto, selva, nieve...) y la música de Bosso, lo que lo envuelve: la lluvia, el sol, el viento, la noche, el amanecer...
Fuente: Maricel Chavarría (www.lavanguardia.es)

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