Retrato de la desorientación



¿Estamos vivos o simplemente somos un efecto especial?". Con esta pregunta acaba Protect me, el espectáculo de la Schaubühne de Berlínque mete el dedo en la llaga y retrata la desorientación en la que la sociedad actual ha sumido al hombre. El montaje, con texto y dirección escénica del alemán Falk Richter y coreografía de la holandesa Anouk van Dijk, es el primero de los regalos que el Teatro Central de Sevilla le hace a su público para celebrar sus 20 años de existencia. Protect me, que podrá verse el sábado y el domingo, es estreno en España y llega a Sevilla gracias a la colaboración entre el Central y el Teatro Español de Madrid, donde podrá verse del 22 al 25 de este mes.
"Protect me intenta enfocar el tema de la crisis económica que ha provocado que el estado de excepción se convierta en algo normal. Las personas ya no saben cómo comportarse, hay una desorientación general. La obra busca una resistencia política, pero está escrita antes de que aparecieran todos los movimientos de protesta en Europa", explicó Falk Richter el viernes en Sevilla.
El espectáculo, el tercero en el que colaboran Richter y Van Dijk, busca crear "super-intérpretes" que sean a la vez actores, bailarines, músicos y performers. "Nosotros trabajamos de forma muy corporal tanto con los bailarines como con los actores. Vemos siempre los distintos temas que nos interesan y que podemos ir compaginando. Pueden ser cosas personales, pero también temas políticos, asuntos relevantes de nuestra época. De todo eso sacamos textos corporales y también otros escritos, redactados por mí", comenta el dramaturgo sobre el proceso de trabajo de la Schaubühne.
"Nos interesa cómo se puede expresar la energía en escena y cómo la situación actual por la que atraviesa Europa afecta a la gente casi a niveles energéticos. No sabemos cómo resistir ante esta situación. Todos estos sentimientos se traducen de una forma muy física en el espectáculo", apunta Anouk van Dijk, quien también ha creado junto a Richter Nothing hurts (1999) y Trust (2009). Actualmente, ambos artistas trabajan en una nueva producción, Rausch, que se estrenará en abril en Alemania y en la que intervendrán 12 intérpretes de nueve países. "Vamos a usar cinco o seis lenguas distintas en el escenario", comenta la coreógrafa. En Protect me intervienen cinco actores y cuatro bailarines y el texto se dice en inglés y en alemán con subtítulos en castellano.
"A veces es difícil distinguir quién es actor y quién bailarín", aclara Manuel Llanes, director del Teatro Central. "Desde que vi Protect me en noviembre de 2010 ningún espectáculo me ha emocionado tanto como este. Por eso, tanto Mario Gas como yo hemos trabajado durante un año y medio para poder salvar los problemas técnicos y económicos y que el montaje esté ahora aquí", añade Llanes.
"El trabajo es muy personal. En escena hay un actor de 85 años, que tiene la misma edad que mi padre, y hacemos una fusión entre la situación política actual y la historia de mi familia. Mi padre fue testigo de la caída del sistema nacionalsocialista y ahora está presenciando cómo se viene abajo todo el sistema financiero", comenta el dramaturgo alemán, quien comienza su texto de una forma totalmente personal: planteándose cómo titulará la obra que está escribiendo.
El texto trata, de una forma muy directa, el modo en que esa desorientación general que experimentan los ciudadanos afecta a sus relaciones personales. "Es la búsqueda de calor humano, de emociones, en contraposición con las cualidades duras y directas de la música que logra romper los cuerpos", afirma Richter.
"Encuentro mucha belleza en ver cómo un intérprete asume riesgos, lucha, se cae, se levanta. Ver a un ser humano establecer un diálogo con la complejidad que lo rodea es la forma de belleza que quiero sobre el escenario, no la belleza que deriva del control, de la perfección", explica Anouk van Dijk.
Pero, más allá del texto o del universo coreográfico de Van Dijk, la verdadera protagonista de Protect me es la crisis, ese "nuevo estado constante" que está destrozando a la gente con grandes dosis de inseguridad, miedo y ansiedad.
Fuente: Margot Molina (www.elpais.com)


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