En el nombre de Valle



“Max Estrella, hiperbólico andaluz, poeta ciego, conmuere en un Madrid absurdo, brillante y hambriento”. Estas palabras del director Francisco Ortuño, sobre la criatura creada por Ramón María del Valle-Inclán, son una síntesis perfecta de lo que es el espectáculo La noche de Max Estrella: un montaje protagonizado por el gran actor Carlos Álvarez-Novoa, que nace a partir de Luces de Bohemia, considerada por muchos como la obra de teatro más importante del siglo XX en España. Pero para llegar aquí hay que remontarse a un trabajo que este ecléctico actor hizo hace décadas: una tesis doctoral sobre el viaje iniciático que Max Estrella hace, junto a Latino de Hispalis, en la obra de Valle. Basándose en su trabajo académico, Álvarez Novoa escribió un brillante libro, La noche de Max Estrella, en el que desgrana ese recorrido con todo tipo de detalles y reflexiones. Ahora podemos ver en el Teatro Fernando de Rojas, del Círculo de Bellas Artes (del 27 al 31 de marzo), el montaje, con dirección y dramaturgia de Francisco Ortuño, que se ha realizado partiendo de la misma base.
Fue precisamente el trabajo de este investigador y actor el que inspiró a los creadores de la popular procesión laica La noche de Max Estrella, que desde hace quince años, y a la manera del Blooms Day que Dublín dedica a Joyce, repite el recorrido de Max y Latino, y otros espacios significativos en la vida del autor de Divinas Palabras. Este año, como celebración de los tres lustros de existencia de este viacrucisvalleinclaniano, el recorrido se hará de la mano de Álvarez-Novoa, en el Círculo, el Día Internacional del Teatro, el 27, y en horario bohemio, las doce de la noche, dentro de las actividades escénicas de La noche de Max Estrella madrileña, que también incluye, entre otras representaciones, la de Ligazón, obra de Valle con cuyo estreno absoluto inauguró este teatro hace 75 años.
La dramaturgia de La noche de Max Estrella, transita por aquellas escenas de la obra de Valle-Inclán en las que aparece el protagonista, cuya vida el dramaturgo gallego la contó inspirándose en el poeta bohemio Alejando Sawa. Álvarez Novoa es ese Max Estrella que “conmuere” en un Madrid absurdo, brillante y hambriento de principios de mil novecientos. Le acompañan en su brillante agonía las voces de veintitrés actores que representan a otros tantos personajes de la obra. “Mi debilidad por Valle llegó por un acercamiento, primero como estudioso, y luego por esa sangre gallega que tengo, pero cada actor y cada actriz tienen un personaje que les marca y Max Estrella me sigue desde siempre…, ese fue el atractivo mayor para dedicarle tanto tiempo como el que le he dedicado”, comenta el actor.
Por su parte Ortuño señala de Max: “Su mala estrella deambula errante en su última deriva nocturna. La percepción poética de Max es el impulso estético de esta propuesta teatral en la que Max vive apresado en su ceguera, en sus alucinaciones sonoras y sus iluminaciones en la sombra. Un mundo escénico, de piel adentro, espejo del quejío vital de Max”, dice el director, quien con este proyecto escénico, compartido por Andalucía y Galicia, en el 75 aniversario de la muerte de Valle-Inclán, desea, junto a Álvarez-Novoa, que la noche de Max Estrella “no sea más que un viento último, volandera ceniza, pero esperanza, sí, esperanza en un mundo más cordial y desprendido, donde haya siempre tendida una mano al infortunio, que diría Alonso Zamora Vicente de Luces de Bohemia”, señala Ortuño recordando al gran especialista en Valle Inclán y presidente a perpetuidad de la recién creada Irreal Academia del Esperpento. Esta producción del Centro Andaluz de Teatro en colaboración con el Centro Dramático Galego, se verá en el Círculo de Bellas Artes, de Madrid, el 27 de marzo (24.00 horas), 28 de marzo (11.00 y 20.00 horas), 30 y 31 de marzo (20.00 horas). Tras una pequeña gira por Andalucía y Galicia, en la que han cosechado brillantes críticas, el montaje viajará por diferentes comunidades del estado español.
Más que un actor
Carlos Álvarez Novoa es algo más que un actor. Es un hombre inquieto y curioso de la cultura española contemporánea. Licenciado en Derecho y en Filología Románica por la Universidad de Oviedo y Doctor en Filología Hispánica, Ciencias del Espectáculo, por la Universidad de Sevilla con la tesis Análisis dramatúrgico de Luces de Bohemia.
Desde hace más de cincuenta años realiza una actividad teatral ininterrumpida, como autor, actor y director de puesta en escena. Procede del Teatro Español Universitario (T.E.U.), donde comenzó en 1958. Como actor, sus últimos trabajos (entre 2000-2010) en teatro fueron dirigidos por José Tamayo (Doña Rosita la soltera –nominado a los Premios Max de Teatro), Helena Pimenta (La llanura), Calixto Bieito (La vida es sueño), Lluís Pasqual (Edipo), Joan Ollé (Soldados de Salamina), Juan Carlos Pérez de la Fuente (Historia de una escalera y Puerta del Sol) y José Carlos Plaza (SolasIn nomine Dei y Bodas de sangre , trabajo por el que fue premiado como mejor actor de reparto en los Premios de la Unión de Actores de Madrid, 2010). En cine, dirigido por Benito Zambrano, obtuvo con la película Solas, el premio al mejor actor en el Festival Internacional de Cine de Tokio, 1999, y el Goya al actor revelación del año. Sus últimas películas, como protagonista, han sido: La Biblia negra (David Pujol), Bahía mágica(Marina Valentini y Gustavo Wagner), Nudos (Lluís María Güell), La hija del caníbal (Antonio Serrano), ¿Por qué se frotan las patitas? (Álvaro Begines), El vuelo del guirre (Teo y Santiago Ríos), De tu ventana a la mía (Paula Ortiz) y Las olas (Alberto Morais - Premio San Jorge de Oro a la Mejor Película en el Festival Internacional de Moscú 2011 y Premio San Jorge de Plata al Mejor Actor), Los muertos no se tocan, nene, (José Luis García Sánche y guión de Rafael Azcona). Ha participado en distintas series de TV y en más de cincuenta cortometrajes. Ha impartido numerosos cursos y publicado distintos libros, muchos de ellos sobre el trabajo actoral. Como dramaturgo es premio Tirso de Molina (2000) por su obra La Venus del espejo.
Fuente: Rosana Torres (www.elpais.com)


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