"A lo largo de estos años he vivido desamor y derrota"



El teatro Goya de Barcelona luce un cartel donde reconocemos a Josep Maria Pou y a Roser Camí sobre unas letras rojas que rezan: "Celobert, de David Hare". No es un déjà vu, sino una nueva aventura de Pou, quien retoma una obra con la que tuvo muchísimo éxito en 2003. El actor y director no quiere hablar de reposición porque no lo es. "En este montaje yo dirijo la obra, un dato decisivo para entender que es otro punto de vista. Un ejemplo de reposición es Agost, que vuelve al Teatro Nacional de Cataluña con el mismo equipo".
Una vez aclarado esto, Pou reconoce que "llevaba tiempo buscando un personaje con peso y no encontraba ninguna obra…". De esta forma llegó a Celobert. "Sí que es verdad que también coincide que Roser Camí fue muy compañera de reparto en buena parte de la gira del primer montaje de la obra, pero nueve años después los dos hemos cambiado considerablemente".
El personaje de Tom Sergeant tiene sesenta años, que son precisamente los que tiene ahora Pou. "Me siento más cerca de este empresario malhumorado que intenta recuperar a un amor perdido. Le entiendo muy bien y puedo acercarme más a su sensación de derrotaporque a lo largo de estos años yo también he vivido desamor y derrota". En la obra de David Hare uno de los temas clave es si existen las segundas oportunidades, y Pou tiene claro que no existen.

Pendiente de los bancos y sin dormir

Hare, principal heredero de la generación de Harold Pinter, dio en el clavo con este personaje. "La obra se estrenó en Londres en 1995 y es alucinante comprobar que está de rabiosa actualidad, porque este adinerado sesentón vive la misma crisis en la que estamos sumergidos, pendiente de los bancos y sin dormir por las noches", concreta Pou. Un único escenario, el piso donde vive Kyra (Roser Camí), da la bienvenida a una historia entre una pareja a la que la separan muchos kilómetros. "Cuando la hice en 2003 mi personaje estaba lleno de violencia, y ahora está lleno de dolor; Tom lo que hace es defenderse del dolor que siente".
Uno de los puntos clave de volver a poner en marcha la maquinaria de Celobert fue que no se había estrenado en Madrid. "Me hacía mucha ilusión hacerla primero en el Goya, teatro que dirijo desde hace unos años, y después en La Latina, donde también soy el director".
Él se ocupará de la versión castellana y será el responsable de que también triunfe en Madrid. "Tengo mucho aprecio a esta obra porque con ella empecé mi relación con la empresa Focus, y además fue la función por la que decidí quedarme a vivir en Barcelona". Si todo va bien, A cielo abierto se estrenará en febrero en La Latina y después viajará de gira por España. Y es que, tras meses de doblete entre el Goya y La Latina, el actor catalán reconoce que se ha creado "puente aéreo entre Madrid y Barcelona muy potente". Y avanza que la temporada que viene La Latina abrirá con el montaje de Quién teme a Virgina Woolf, que se pudo ver en el teatro Romea de Barcelona.
Fuente: Maria Güell (www.abc.es)

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