¿Cómo afecta la subida del IVA a las salas pequeñas?



Fuente: Miguel Valentín (elmundo.es)
Se abre la temporada y las salas de teatro de pequeño formato, con una propuesta diferente y más marginal, se ven obligadas a afrontar la subida del IVA que comenzó a aplicarse el 1 de septiembre y el consiguiente, y más que probable, descenso del número de espectadores.
Hemos hablado con cinco de estos espacios en Madrid, que se proponen afrontar la subida de 13 puntos (de un 8 a un 21%) con diferentes estrategias. Aquí tienen sus ideas para capear el temporal que arrecia.

Sala Cuarta Pared

La Sala Cuarta Pared cuenta con una larga tradición en la presentación de piezas contemporáneas y experimentales. Proponen precios especiales para personas con abono transporte, carnet joven o tarjeta del paro. "El precio es una barrera infranqueable para una parte de la población", comenta a elmundo.es su director adjunto, Amador González.
Para la temporada, proponen una programación por ciclos, empezando con uno titulado 'Para todos', con danza, teatro textual y familiar. La temporada se abrió el 13 de septiembre con 'Harket', un espectáculo que combina teatro con 'video-mapping', una tecnología de proyección tridimensional sobre superficies reales. Actualmente, programa 'Territorio danza', un festival de danza contemporánea con nombres de primera línea, como Carmen Werner o Daniel Abreu, entre otros. "No vamos a hacer una programación de emergencia", dice González.

Sala Triángulo

"Según las declaraciones del Ministerio de Hacienda, el teatro no es cultura, sino entretenimiento. Según esta institución, Shakespeare y Calderón no son cultura", declara Mélanie Pindado, una de las gestoras de la mítica Sala Triángulo. "La subida del IVA se suma a los recortes del 58% en las ayudas, que ya nos habían dificultado las cosas. El arrendador de la sala y los tres socios fundadores llevamos meses sin cobrar", añade.
"Nosotros empezamos temporada ya a finales de agosto. Ahora presentamos un espectáculo cómico, 'El divorcio de Fígaro', arriesgado y de mucha actualidad. También tendremos cosas de compañías como 'Los Hedonistas' o 'Cría Cuervos', además de un espectáculo dirigido por Pedro Casablanc y otro de Esther Belbel, entre otras muchas cosas”, concluye.

Teatro Pradillo

El espacio de Pradillo se ha redefinido como una suerte degalería de artes escénicas. Desde abril, cambiaron los gestores de la sala, proponiendo un modelo diferente que apuesta por una serie de 'artistas residentes' que presentan sus trabajos en estrecha relación con los tres coordinadores de la sala, así como 'artistas invitados'. Una de las encargadas de Gestión y Comisariado, Getsemaní de San Marcos, habla así del IVA: "Es como si de alguna manera te hubieran recortado el presupuesto. También es una agresión hacia el público: ¿Es factible subir los precios cuando la gente está ahogada?".
Ellos tienen claro que su política es la contraria: "Hemos elegido bajar precios y la respuesta ha sido una subida del número de espectadores. La gente quiere ir al teatro". La programación se orienta hacia propuestas de creación contemporánea con artistas como 'Los Torreznos', así como la coreógrafa Patricia Caballero o el cofundador Fernando Renjifo. Los precios varían entre los 12 y los 6 euros (con descuentos para desempleados, estudiantes y jubilados, entre otros).

Teatro Lagrada

"Es un agravio comparativo", según Miguel Torres, gerente del Teatro Lagrada, "la subida del 13% en teatro y cine, frente a la de sólo un 2% en museos y el mantenimiento del 'tipo superreducido' del 4% en libros, periódicos y revistas. No se está empleando el mismo rasero. Con esta persecución, la continuidad de este tipo de espacios está en entredicho".
Debido al descenso en las subvenciones, se vieron obligados a realizar algún despido, aunque no se plantean subir el precio de las entradas por el momento, manteniendo los 10 euros por espectáculos de danza, teatro y espectáculos familiares. Comienzan la temporada con el festival de danza contemporánea 'Miradas al cuerpo', que incluye la colaboración de compañías procedentes de Italia y Alemania, entre otros países. El criterio que siguen es "la novedad, el riesgo y el rigor en la programación", dice Miguel Torres.

La Usina

La Usina busca el estreno de propuestas de compañías emergentes y el apoyo a nuevos creadores, además de algunos espectáculos de producción propia. Por ahora, tampoco tienen intención de subir el precio de la entrada, ni de cambiar sus criterios de programación. Su director, Gabriel Molina González, habla así de la función de la sala: "Las salas 'alternativas' generan un espacio que de otro modo no existiría".
Termina su reflexión con una visión optimista: "La situación económica hace que pensemos de manera pesimista, pero de hecho contamos con una ventaja: salas como la nuestra tienen un público propio". Tal vez la elección de un perfil específico de espectador sea la condición necesaria para la pervivencia de este tipo de espacios.

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