Premios Tony: El canto tolerante de 'Kinky Boots' triunfa en una noche muy repartida


Fuente: EFE vía lavanguardia.com

No hubo ni sorpresas ni grandes perdedores en la 67 edición de los premios Tony, donde el canto tolerante de Kinky Boots, compuesto por Cyndi Lauper, solo sonó un poco más fuerte con seis premios que los cuatro de Matilda y para Pippin o los tres de ¿Quién teme a Virgina Woolf? y The Nance.

"Todos queremos ser aceptados tal como somos y sobre esto va nuestro musical", decían desde el escenario del Radio City Music Hall todo el equipo de Kinky Boots, el musical que retomó la historia de una película británica independiente y arrasó en los teatros de Broadway gracias a la mano de Harvey Fierstein, que ya había ganado antes cuatro premios Tony.

Resurrección artística de la cantante pop de la década de 1980 Cyndi Lauper, que también recibió su premio a la mejor composición, y apoyada en la también galardonada interpretación de Billy Porter, Kinky Boots partía como favorita con 13 nominaciones y no perdió tal condición, llevándose además los premios a mejor musical, mejor coreografía, mejor diseño de sonido y mejor trabajo de orquestación.

Lauper, que además interpretó el tema True Colors para recordar a los fallecidos del año, subió emocionada al escenario y dijo "Gracias a Broadway por darme esta generosa bienvenida (...) No negaré que no había preparado este discurso varias veces en la ducha".

Los premios Tony habían arrancado con una declaración de intenciones en el espléndido número musical del maestro de ceremonias por cuarta vez, Neil Patrick Harris, que advertía con humor y un espectacular despliegue de medios que la familia de Broadway era cada vez mayor.

Así, la "adopción británica" de Matilda, importada de la Royal Shakespeare Company y que ya había arrasado en los premios Olivier, se llevó el premio al mejor libreto, el de mejor actor de reparto, para Gabriel Ebert, el de mejor diseño de iluminación y mejor diseño escénico.

Cerrando los premios para el género musical, la reinvención del circo de Pippin, que nació con coreografías de Bob Fosse, también alcanzó el cuarteto de galardones, entre ellos el de mejor actriz para Patina Miller y el de mejor secundaria para Andrea Martin pero, sobre todo, el de mejor dirección para Diane Paulus.

No es habitual que una mujer gane este premio, pero menos todavía (de hecho, solo había ocurrido en otra ocasión) que los dos premios de dirección hayan sido para dos mujeres, puesto que en la categoría de obra no musical ganaba Pam MacKinnen por su revisión de ¿Quién teme a Virigina Woolf?, de Edward Albee, demostrando así el esfuerzo de dirección que requieren lo que en Broadway llaman "revivals".

Esta obra, de hecho, se convirtió en la ganadora moral de la noche, al acumular tres premios importantísimos: además del de MacKinnen se llevaba el de mejor reposición dramática y el de mejor actor, para Tracy Letts, que así ganaba su segundo Tony tras el que recibió como dramaturgo por Agosto.

"Las dos cosas son muy difíciles en distintas maneras. Cuando actúo, pienso que es muy difícil estar ocho días a la semana y que si estuviera escribiendo con mi aire acondicionado sería feliz. Si estoy escribiendo, pienso en esos afortunados actores que están ahí simplemente sobre el escenario", bromeó este polifacético artista.

Quedaba así patente que los estrenos dramáticos de esta temporada no han alumbrado ningún fenómeno. Lucky Guy, de la fallecida Nora Ephron y con la superestrella Tom Hanks, se desinfló en esta ceremonia, donde consiguió premios para el mejor secundario, para Courtney B. Vance, y un premio técnico.

La favorita de la crítica, The Assembled Parties, se conformaba con el premio a la mejor actriz secundaria, para Judith Light (en su segundo premio consecutivo tras Other Desert Cities) y la ganadora en la categoría de mejor obra, Vanya and Sonia and Masha and Spike, una reinvención de Chéjov de Christopher Durang, no se llevaba ningún premio más.

Otra reposición, en cambio, generaba uno de los momentos más emotivos de la noche la veterana Cicely Tyson, quien tras treinta años de carrera conseguía su primer Tony por Regreso a Bountiful y, con un vestido azul sobrecargado de volantes, se extendía en el discurso sin pudor, ante la mayor ovación de la noche.

Cuando subieron la música para que fuera terminando dijo: "Me están intentado decir que me dé prisa, la misma que se han dado ellos en darme el Tony", bromeó la actriz afroamericana.

Finalmente, los tres premios técnicos para The Nance y el de mejor vestuario para "Cenicienta" completaron una gala de tres horas de duración en la que los premios honoríficos fueron para Bernard Gersten, Paul Libin y Ming Cho Lee, pese a la defensa a ultranza de los talentos netamente teatrales, no faltó el glamour de grandes estrellas como Scarlett Johansson, Jake Gyllenhaal, Sigourney Weaver o Kathleen Turner.

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